No hace falta irse a California (USA) o a Nueva Zelanda para poder disfrutar de las espectaculares secuoyas. Cerca de la Posada Sierra de Ibio se encuentra una arboleda con ejemplares de casi 40 metros de altura para quedarse con la boca abierta.

¿Un bosque de secuoyas en Cantabria? El sentido común nos lleva a buscarlo en California, en los MuirWoods de la bahía de San Francisco, donde se encuentran los ‘reedwood trees’, nombre inglés del árbol que los conquistadores españoles llamaron ‘palo alto’ y ‘palo colorado’ (los ejemplares que vieron superaban mas de los 115 metros de altura). Pero sí, ahí está a pocos kilómetros de Cabezón de la Sal, protegido desde el año 2003 como el ‘Monumento Natural de las Secuoyas del Monte Cabezón’.

El bosque tiene una historia curiosa. En el año 1926 el gobierno español recomendó la experimentación con especies madereras para nutrir la industria nacional del papel. Luego llegaron la guerra civil con el cierre de fronteras, y se necesitaba celulosa, y en los años 40 un consorcio forestal de Monte Corona plantó secuoyas y pinos en Cabezón por su rapidez de crecimiento.

Años después, cuando ya se podían talar, la madera no interesaba y de aquella plantación de 2,47 hectáreas, un oasis en un monte colonizado por los eucaliptos, perviven 848 secuoyas (sequoia velintonia) y 20 pinos (pinus radiata) que conforman un tupido bosque de troncos estilizados, alguno de 36 metros de altura, en una vaguada húmeda donde se clavan las nieblas. Una senda facilita el paseo en cualquier época del año.

Aparcamiento en el borde de la carretera indicado por el letrero ‘Monumento Natural de las Sequoias del Monte Cabezón’

 Están censados 848 individuos que se yerguen como un disciplinado ejército hasta los casi 40 metros de altura

Información útil

Cómo llegar:
Cabezón de la Sal (Cantabria). De Santander, A-67 a Torrelavega. A-8 Oviedo, salida Comillas. Luego CA-135 a Comillas. A 1,5 km aparcamiento (izquierda) indicado por el letrero ‘Monumento Natural de las Sequoias del Monte Cabezón’.
Duración: 40’/1h.30’ h

Información Mide

Los horarios detallados deben ser tomados siempre como orientativos, ya que cada persona tiene su ritmo de marcha y una preparación determinada que repercuten en esa velocidad. Están calculados sobre una velocidad media y sin contar paradas. De todas formas, el objetivo de una excursión nunca debe ser cumplir con unos horarios predeterminados o establecidos por terceras personas, sino encontrar un ritmo de marcha adecuado a cada uno y que permita disfrutar del paseo.

www.cabezondelasal.net
Teléfono: 942700332

Están censados 848 individuos que se yerguen como un disciplinado ejército hasta los casi 40 metros de altura. Es decir, tienen la envergadura de un edificio de diez pisos. Es sólo el principio de una larga historia. Si el bosque se cuida, la secuoya gigante (Sequoia sempervirens) sobrepasa los cien metros de altura, los siete metros de diámetro y llega a vivir hasta 3.000 años. Al menos esa es la edad que tienen los ejemplares más espectaculares que se visitan en los parques nacionales estadounidenses.

El acceso al monumento natural del bosque de secuoyas de Cabezón de la Sal es libre. Hay un sendero acondicionado con áreas de descanso –habilitadas con unos bancos– para sentarse a levantar la vista hacia esa tupida maraña de copas que casi no deja filtrar la luz del sol al suelo, un sotobosque limpio que también facilita el paseo.

El recorrido es apto para todos los públicos, pues el sendero es ancho y cómodo. Es especialmente indicado para acudir con niños y mostrarles la magnificencia de esa especie y otras que aparecen en las zonas cercanas, también de la plantación de 1940, como pinos radiata y eucaliptos. Sin embargo, hay algún desnivel acusado y escaleras, por lo que el recorrido no está adaptado para personas con discapacidades.

Llegados a esta etapa de su “infancia”, las secuoyas empiezan a crecer a partir de ahora casi dos metros por año. La oficina de turismo de Cabezón de la Sal (Tel. 942 700 332 y turismo@cabezondelasal.net) puede organizar visitas guiadas con reserva previa para conocer de la mano de un experto estos datos anecdóticos y muchos otros. Si se desea caminar por libre, hay que respetar los senderos, evitar pisar las raíces aéreas y sobre todo no arrancar la tentadora y esponjosa corteza de las secuoyas, pues con ello se daña la protección natural de los árboles.

Podeis ver un interesante video de Turismo de Cantabria AQUI 

El Monumento Natural de las Secuoyas de Cabezón está al pie de la carretera CA-135, la vía que lleva desde Cabezón de la Sal a Comillas, antes de la localidad de La Hayuela. Está bien indicado.